0 of 9 Preguntas completed
Preguntas:
Ya has completado el cuestionario anteriormente. Por lo tanto no puedes iniciarlo de nuevo.
Cargando Cuestionario…
Debes iniciar sesión o registrarte para empezar el cuestionario.
En primer lugar debes completar esto:
0 de 9 Preguntas respondidas correctamente
Tu tiempo:
El tiempo ha pasado
You have reached 0 of 0 point(s), (0)
Earned Point(s): 0 of 0, (0)
0 Essay(s) Pending (Possible Point(s): 0)
¿Qué título podría llevar la lectura?
GUADALAJARA (CONN México) — El futuro de ejemplares impresos versus (1) electrónicos ha sido tema de debate constante en los últimos años, y durante la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, a la que asisten unas 2,000 editoriales, la discusión se ha planteado una vez más.
Consultados por CNN México, algunos editores y libreros prefieren no imaginar o pronosticar (2) lo que será una feria de libros en las próximas décadas.
“Virtual? (3), probablemente, pero sería muy aburrido”, dice Marcelo Carreón. un joven que atiende uno de los stands.
La venta de libros electrónicos a nivel mundial es casi del 1% del total. a excepción de Estados Unidos. donde la cifra alcanza hasta un 25%. En los foros donde esta semana se ha debatido el tema del libro electrónico hay confianza en que el libro físico como se conoce no (4) y que en el futuro, digital y análogo podrán convivir sin dificultad.
“Lo bueno es que los lectores podrán elegir, (5) el que quiera leer en papel podrá hacerlo y el que quiera leer el digital podrá hacerlo también”, dijo a CNN México Ofelia Grandes. editora de Siruela.
Con respecto a la lectura anterior:
La palabra “versus” (1) aparece en itálicas debido a que:
Con respecto a la lectura anterior:
La palabra que MEJOR sustituye “pronosticar” (2) es:
Con respecto a la lectura anterior:
Se infiere que con la pregunta “¿Virtual?” (3) se está haciendo alusión a:
Con respecto a la lectura anterior:
El espacio en blanco (4) debe con:
Con respecto a la lectura anterior:
La coma (,) que aparecerá marcada con el número (5) también puede:
En la lectura A, la expresión “cuenta jocosamente”,
línea 9, quiere decir que cuenta
Lectura A
Todos los organismos vivos poseen memoria, que es la
experiencia adquirida a lo largo de sus vidas y les
permite adaptarse al medio ambiente en que se
desenvuelven. Según Joaquín Fuster, científico español,
toda la memoria que se basa en la experiencia individual
es asociativa.
“Un buen amigo mío decía que la felicidad reside en
dos cosas: una buena salud y una mala memoria para lo
malo”, cuenta jocosamente el investigador español.
Según Fuster, para acercarse al conocimiento de la
memoria lo más importante a tener en cuenta es que se
trata de un sistema organizado jerárquicamente.
Podría utilizarse con la memoria la metáfora de la
cebolla, en cuanto a la disposición de las capas
superpuestas. Van de abajo hacia arriba. En la parte inferior
de esta estructura está la memoria cinética, común a todos
los individuos de una misma especie. Es el aparato
sensorial con el que venimos al mundo, está listo para
reconocer todo lo que la especie ha aprendido en el curso
de esa evolución y adapta el organismo a las
características físicas del medio ambiente: frío, calor…
Por encima de esta memoria cinética, se va formando la
asociativa individual. Su primer estrato son las sensaciones
asociativas: memoria visual, auditiva, olfativa. Sobre esa se
sitúa otra memoria algo más compleja, la que aprendemos
por coincidencia de esos estímulos: impresiones sensoriales
simultáneas de tacto y forma, etc.
Sobre esas capas descritas se ubica la memoria
declarativa, que es la de los episodios personales y que
están relacionados con el calendario, el reloj y los mapas.
A continuación se encuentra el sustrato superior: la
memoria semántica y conceptual, es decir, la simbólica y
abstracta, el conocimiento de los hechos sin que tengan
que estar ligados a una fecha, lugar o eventualidad
determinada.
Cuando se van formando estas capas periféricas de la
memoria, durante la vida del individuo, se van
estableciendo las redes neuronales donde se acumula la
experiencia singular de cada uno.
Con los años se pierde memoria declarativa: cómo se
llama éste y cuándo cené con aquél, los nombres y las
caras. Pero, según este prestigioso investigador de la
Universidad de Los Ángeles, la sabiduría “es la memoria
alta, conceptual, y esa es la más sólida incluso en edades
avanzadas. Es la última que se pierde cuando hay
lesiones”.
Lectura B
El pasado dos de enero, mi abuela cumplió 96 años.
Miren, si no.
Cuando visito a mis padres, la veo sentada en el sillón
de su cuarto mientras lee el periódico o reza el rosario o
escribe cartas o se lima las uñas o se afeita con un rastrillo
los vellos que le salen en la barbilla o contempla con
nostalgia álbumes fotográficos que guarda como tesoros.
Después se pone de pie y sale a recorrer —arrastrando las
chinelas— el pasillo de la casa, las habitaciones, la terraza,
la marquesina, hasta llegar a su segundo lugar preferido: el
balcón, atalaya desde donde observa todo lo que ocurre en
el barrio mientras se arrulla a sí misma en otro sillón. Allí
canta o recita poemas que recuerda de su niñez, hace
crucigramas, está pendiente de los niños que juegan en la
acera o en el parque, conversa con mis padres o con los
vecinos que pasan (prohibido mencionar ciertas palabras
claves, o si no repetirá las mismas historias hasta el
cansancio), o simplemente recuerda una y otra vez los
momentos más importantes de su vida: su matrimonio, las
visitas a la logia, los viajes que hizo a Santo Domingo,
Cuba y Méjico… Luego, cuando mi madre la llama, va
hasta el comedor y almuerza o cena de todo sin que se le
afecte el estómago para nada, y entonces toma la siesta o
se entretiene con las telenovelas —si es de noche— hasta
que al fin se acuesta como a las 9:00 embadurnada de
alcoholado, Ben Gay, y Vicks Vaporub. Esta es su rutina.
Es casi como si ella fuese un ser de otro planeta; es tan
extraordinario como si mi abuela se hubiese bajado de una
máquina del tiempo que la trajo al futuro desde otra era y
desde otro espacio. Veo a mi abuela envuelta en una
atmósfera de magia que transforma en modernidad todo lo
que toca y todo lo que hace, precisamente porque su origen
está en el pasado y desde el pasado vive en dirección
nuestra. Pero también es mágica por lo contrario: porque
añeja todo lo que hace y toca, arrancándolo del presente y
dirigiéndolo al pasado. En otras palabras: uno no puede
olvidar, cuando está en su presencia, la realidad del tiempo.
En cierto sentido, ella es una máquina del tiempo que nos
remonta al pasado y en la que ella se remonta hasta
nosotros. La cantidad de experiencias personales que trae a
cuestas, aunadas a la abundancia de acontecimientos
históricos que han ocurrido desde que nació hasta el día de
hoy, hacen de ella una mujer especial: una especie de
cordón umbilical con lo ya transcurrido, o algo así como
una bola de cristal fragilísima que hay que poner sobre
almohadillones para que no vaya a quebrarse y nosotros,
los que la rodamos, podamos seguir distinguiendo en su
superficie las imágenes de un mundo ya desaparecido
Con respecto a la lectura anterior:
Según la lectura A, todos los individuos de una misma
especie tienen memoria cinética, que es la memoria
Con respecto a la lectura anterior:
En la lectura B, el autor describe a la abuela mediante
la enumeración de